Mañana viernes 21 de septiembre llega a los cines una nueva cinta que ahonda en la vida de la familia Kennedy. Pero esta vez no se trata del presidente, si no de uno de sus hermanos a los que la tragedia que parece perseguir a esa familia, también acabó haciendo mella en su carrera. John Curran (El viaje de tu vida, Stone) abre el cajón para sacar a la luz un caso bastante oscuro y desconocido de la política norteamericana.
La película nos traslada al 18 de julio de 1969, donde el entonces senador Ted Kennedy, abandona una fiesta en la isla de Chappaquiddick (Massachusetts) junto a Mary Jo Kopechne, antigua secretaria de su ehrmano Robert Kennedy que fue asesinado. Ted, que esa noche bebió, pierde el control al volante y el coche en el que viajaban cae al agua desde un puente. A partir de entocnes se inicia una carrera contrareloj para proteger la carrera del senador.
Este hecho "desconocido" por muchos, sale ahora a la luz para esclarecer los hechos de uno de los casos que mayor corrupción ha tenido tras de sí en la política norteamericana. Fueron días interminables, donde a pesar de maquillar todo lo que ocurrió realmente, el senador ya no volvería a ser el mismo. Y sobre todo en el ámbito político, ya que aspiraba con llegar a la Casa Blanca, siendo uno de los políticos demócratas más queridos de la época.
La película está protagonizada por Jason Clarke (Terminator: Génesis), que encarna a Ted Kennedy y que le queda como anillo al dedo, demostrando una grna actuación en el ambiente frío y tenso que presenta la película. Junto a él Kate Mara le acompaña en el papel de Mary Jo, la secretaria con la que salió de la fiesta y la víctima de esta historia.
Tras la presentación de los hechos que llevan al incidente, los personajes y el ambiente se vuelven oscuros y tensos. Tienen que actuar todo lo rápido que puedan para evitar que salga a la luz, o al menos que la prena publique lo menos posible y el senador no se vea salpicado. Para ello tendrá que hacer caso a muchos dirigentes políticos con gran poder por encima de él, además de recibir consejo de su padre interpretado por Bruce Dern. Pero Ted Kennedy parece tener sus propios planes, a pesar de haber escuchado las mejores soluciones que le ofrecían.
Poco a poco se va viendo como el propio Ted se cava su propio hoyo mientras en un plano secundario, se vuelcan pidiendo favores con todos los medios posibles para evitar represalias. No obstante, la prensa siempre suele ir un paso por delante, y está decidida a sacar la verdad a la luz. Consiguiendo esconder y suavizar bastantes detalles, es una bomba de humo que no se puede parar una vez descubierto el incidente por gente de a pie. El senador se ve contra las cuerdas, mientras intenta buscar una solución para salvarse a sí mismo, pero que no acaba saliendo bien.
La fotografía es uno de los puntos fuertes de la película, que junto a la trama la hacen muy llamativa. Retrata muy bien la época de los hechos, mientras que la recreación de la isla en esos años no habrá sido muy difícil, al conservar ciertos elementos con el tiempo. La banda sonora en este caso es bastante pasable, por lo cual no aporta mucho en sí, pero ameniza muchas escenas para que no se tornen monótonas.
Esta película la recomiendo a aquellas personas que les guste lo histórico, y encarecidamente la de los Estados Unidos o los Kennedy en si. Es una buena oportunidad también de conocer uno de los casos más desconocidos de la familia y de la política en general. Pero sobre todo, una lección de cómo no hacer las cosas si además tienes un cargo tan importante o se es una figura pública.
La película nos traslada al 18 de julio de 1969, donde el entonces senador Ted Kennedy, abandona una fiesta en la isla de Chappaquiddick (Massachusetts) junto a Mary Jo Kopechne, antigua secretaria de su ehrmano Robert Kennedy que fue asesinado. Ted, que esa noche bebió, pierde el control al volante y el coche en el que viajaban cae al agua desde un puente. A partir de entocnes se inicia una carrera contrareloj para proteger la carrera del senador.
Este hecho "desconocido" por muchos, sale ahora a la luz para esclarecer los hechos de uno de los casos que mayor corrupción ha tenido tras de sí en la política norteamericana. Fueron días interminables, donde a pesar de maquillar todo lo que ocurrió realmente, el senador ya no volvería a ser el mismo. Y sobre todo en el ámbito político, ya que aspiraba con llegar a la Casa Blanca, siendo uno de los políticos demócratas más queridos de la época.
La película está protagonizada por Jason Clarke (Terminator: Génesis), que encarna a Ted Kennedy y que le queda como anillo al dedo, demostrando una grna actuación en el ambiente frío y tenso que presenta la película. Junto a él Kate Mara le acompaña en el papel de Mary Jo, la secretaria con la que salió de la fiesta y la víctima de esta historia.
Tras la presentación de los hechos que llevan al incidente, los personajes y el ambiente se vuelven oscuros y tensos. Tienen que actuar todo lo rápido que puedan para evitar que salga a la luz, o al menos que la prena publique lo menos posible y el senador no se vea salpicado. Para ello tendrá que hacer caso a muchos dirigentes políticos con gran poder por encima de él, además de recibir consejo de su padre interpretado por Bruce Dern. Pero Ted Kennedy parece tener sus propios planes, a pesar de haber escuchado las mejores soluciones que le ofrecían.
Poco a poco se va viendo como el propio Ted se cava su propio hoyo mientras en un plano secundario, se vuelcan pidiendo favores con todos los medios posibles para evitar represalias. No obstante, la prensa siempre suele ir un paso por delante, y está decidida a sacar la verdad a la luz. Consiguiendo esconder y suavizar bastantes detalles, es una bomba de humo que no se puede parar una vez descubierto el incidente por gente de a pie. El senador se ve contra las cuerdas, mientras intenta buscar una solución para salvarse a sí mismo, pero que no acaba saliendo bien.
La fotografía es uno de los puntos fuertes de la película, que junto a la trama la hacen muy llamativa. Retrata muy bien la época de los hechos, mientras que la recreación de la isla en esos años no habrá sido muy difícil, al conservar ciertos elementos con el tiempo. La banda sonora en este caso es bastante pasable, por lo cual no aporta mucho en sí, pero ameniza muchas escenas para que no se tornen monótonas.
Esta película la recomiendo a aquellas personas que les guste lo histórico, y encarecidamente la de los Estados Unidos o los Kennedy en si. Es una buena oportunidad también de conocer uno de los casos más desconocidos de la familia y de la política en general. Pero sobre todo, una lección de cómo no hacer las cosas si además tienes un cargo tan importante o se es una figura pública.