Una película más rememorando los años 80. Tras el exitazo que supuso Stranger Things, hemos tenido muchos intentos de contar una buena historia situada en esa década, pero no todos han tenido éxito. En este caso, pienso que el resultado es satisfactorio.
Verano del 84 es un thriller protagonizado por adolescestes, que tratan de descubrir si su vecino es el famoso asesino en serie que busca la policía. Hay muchas escenas de tensión, algunas conseguidas gracias a la propia situación, otras gracias a la banda sonora y los efectos de sonido, muy logrados. No es un film de terror, a pesar de que en muchas webs la han clasificado así. Si esperáis a Jason, no lo vais a encontrar.
La dirección de Whissell, Simard y Whissell es cumplidora, destacando algunos planos sorprendentes, aunque no demasiado arriesgados. Los actores, bastante desconocidos para el público español, se meten en el papel y consiguen hacerlo real. En el caso de los cuatro jóvenes protagonistas, ayuda el hecho de que realmente sean adolescences. No son veinteañeros yendo al instituto, como estamos acostumbrados en este tipo de películas.
La gran pregunta: ¿era necesario que la historia sucediese en los 80? Desde luego que podría haber sido lo mismo en los 70 o en los primeros 90, pero la tecnología y las formas de comunicación que tenemos actualmente hacen imposible que esta historia se cuente así en el siglo XXI. Ahora cualquiera puede grabar un vídeo con el teléfono o enviar un mensaje instantáneo, en los 80 tenías que robarle la videocámara a tu padre y usar un walkie.
No es una obra maestra, pero es una buena película de misterio y adolescentes. Estuvo en la sección oficial de Sitges el pasado año, lo cual puede hacerte ver por dónde van los tiros. Si eres de los que estás disfrutando del remember ochentero, adelante. Si ya estás cansado de esa década, mejor elige otra cinta.
Estreno en España: 1 de febrero.
Verano del 84 es un thriller protagonizado por adolescestes, que tratan de descubrir si su vecino es el famoso asesino en serie que busca la policía. Hay muchas escenas de tensión, algunas conseguidas gracias a la propia situación, otras gracias a la banda sonora y los efectos de sonido, muy logrados. No es un film de terror, a pesar de que en muchas webs la han clasificado así. Si esperáis a Jason, no lo vais a encontrar.
La dirección de Whissell, Simard y Whissell es cumplidora, destacando algunos planos sorprendentes, aunque no demasiado arriesgados. Los actores, bastante desconocidos para el público español, se meten en el papel y consiguen hacerlo real. En el caso de los cuatro jóvenes protagonistas, ayuda el hecho de que realmente sean adolescences. No son veinteañeros yendo al instituto, como estamos acostumbrados en este tipo de películas.
La gran pregunta: ¿era necesario que la historia sucediese en los 80? Desde luego que podría haber sido lo mismo en los 70 o en los primeros 90, pero la tecnología y las formas de comunicación que tenemos actualmente hacen imposible que esta historia se cuente así en el siglo XXI. Ahora cualquiera puede grabar un vídeo con el teléfono o enviar un mensaje instantáneo, en los 80 tenías que robarle la videocámara a tu padre y usar un walkie.
No es una obra maestra, pero es una buena película de misterio y adolescentes. Estuvo en la sección oficial de Sitges el pasado año, lo cual puede hacerte ver por dónde van los tiros. Si eres de los que estás disfrutando del remember ochentero, adelante. Si ya estás cansado de esa década, mejor elige otra cinta.
Estreno en España: 1 de febrero.