[Crítica] El hijo (Brightburn)

Este viernes 24 de mayo llega a los cines una de las cintas más esperadas dentro del género del drama con tintes de ciencia ficción. Una película con una trama soñada por muchos que aunque no pertenezca al cine de superhéroes, se sobreentiende por donde quiere ir y que intenciones tiene. ¿Te imaginas que un niño de otro planeta llega a la Tierra, pero en lugar de defenderla de amenazas, la amenaza es él?

La película es toda una declaración, ya que es algo que los fans del hombre de acero de DC les hubiera gustado ver en una película de acción real. Aunque no es un argumento sorprendente, ya que es predecible, sí que se puede decir que estamos ante la película no oficial de Superman en su edad adolescente.



El matrimonio formado por Kyle, interpretado por David Denman y Tori, papel de Elizabeth Banks, se encuentran a un bebé en el bosque tras una explosión. Pero lo que no se esperan es lo que viene a continuación. Comienza a crecer y cuando alcanza la edad adolescente, los problema que empieza a causar no son para nada normales. La situación en el instituto también peligra ya que es el foco de insultos, críticas y más elementos que caracterizan el acoso escolar. Pero a Brandon no le afecta en absoluto. Él es diferente a todos los demás, y ya no solo por venir de fuera de la Tierra, si no porque posee la cualidad de ser más maduro y con mayor conocimiento.

Todo iba bien, hasta que de repente empieza a despertar en él un poder que le hace volverse loco, siendo totalmente todo lo contrario a un humano. No tiene ni un ápice de empatía. Tiene una mirada fría, calculadora y llena de odio hacia los humanos. En el momento que se empieza a descontrolar, el caos se apodera de Brightburn, ocurriendo diversos sucesos que afectan a todos sus habitantes, llegando hasta la propia familia de Brandon.



Aunque la película no tiene un presupuesto muy alto, la fotografía y la ambientación esán muy logradas, de forma que con lo poco que tiene que invertir la cinta en efectos especiales pues tampoco hace que se note demasiado. Porque lo mejor que tiene es su duración, que al tener hora y media la historia queda muy bien desarrollada y cerrada. No creo que le haga falta una segunda parte, ya que estropearía el trabajo que ha hecho David Yarovesky dirigiendo esta cinta tan entretenida. No obstante, no hay que olvidar la labor de la familia Gunn, ya que James Gunn juno a varios familiares suyos como Brian Gunn o Sean Gunn también han participado en el equipo de producción de la película.

Yo la recomiendo a todo el que le guste una película que le entretenga y que no se le haga pesada, pero recalcando que hay un punto para las personas que igual son de estómago sensible. La cinta tiene unas pocas escenas un pelín fuertes, de forma que habrá quien no las soporte, por lo que aviso ya que es imporante saber con quien vas a verla al cine,

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