Presentada en la Berlinale y en el reciente Festival de San Sebastián, Casey Affleck firma su última película como guionista, director y actor basada en un mundo post-apocalíptico en el que las mujeres casi han desaparecido.
A muchos les parecerá The Road (John Hillcoat, 2009), pero no lo es. Casey Affleck (ganador del Oscar por Manchester frente al mar y director del documental I’m still here) propone, por un lado, un proyecto tierno, íntimo, lleno de momentos únicos y mágicos entre padre e hija. Y, por otro lado, es también una dura historia de supervivencia en un lugar inhóspito donde un padre intenta proteger a la “luz de su vida” de todo (y sobretodo de todos). Mantener a su hija alejada del resto de supervivientes/hombres/violadores es su objetivo primordial en un mundo sin mujeres, muertas en una pandemia. Por este último motivo, algunas voces críticas alertan sobre un paralelismo entre realidad y ficción. Recordemos que en 2016, Affleck recibió acusaciones de acoso sexual por parte de dos mujeres que trabajaron en el rodaje del documental I’m still here que se cerraron con un acuerdo extrajudicial.
Asimismo, y volviendo al análisis de esta obra, Casey Affleck mantiene el pulso del filme al estilo clásico del libro El viaje del héroe (Joseph Campbell, 1949), una de las estructuras narrativas más eficaces. No obstante, la película empieza directamente cuando este periplo de supervivencia lleva años realizándose. No hay planteamiento. Únicamente la vida nómada del camino y del presente. El pasado es difuso. De hecho, mediante el recurso sugerente del flashback, con puntos desenfocados, como si de un sueño o recuerdos de un pasado muy lejano se tratara, el espectador conoce a la madre (Elisabeth Moss), la preciosa relación amorosa entre el padre y la madre, la llegada de la plaga vírica, la enfermedad y el llanto.
El filme está fotografiado en el frío y salvaje invierno de Canadá. No obstante, las secuencias mejor rodadas son las de interior, con un tono más intimista y con planos más cerrados. Por ejemplo: los cuentos en la tienda de campaña; en la biblioteca pública donde entre libros esparcidos por el suelo, el padre busca libros que le puedan ayudar a educar, mientras, en la sección infantil, la niña lee una novela. O en la secuencia del desayuno o la de la pelea en la casa, tremendamente realista y dura.
Además, cabe destacar la magnífica interpretación de Casey Affleck como padre ultraprotector que intenta educar a su hija en un mundo devastado y la conmovedora mirada de Anna Pniowsky, la niña que busca respuestas y que deberá tomar el testigo de su padre. Su historia puede parecer un drama post-apocalítico, pero, por encima de todo, es una “aventura de amor”.