Suele partir de una buena idea, es de bajo presupuesto; le gusta el blanco y negro, coquetear con el estilo documental e ir más allá de maniqueísmos entre héroes y villanos, es el Cine Independiente Norteamericano.
A continuación presentamos cinco películas míticas de este género:
Benny, Lelia y Hugh son tres hermanos
negros que comparten piso en Nueva York. Lelia sale con David, un intelectual
neoyorquino, pero en una fiesta conoce a Tony y hacen el amor. Cuando Tony
descubre que Lelia es mestiza no puede evitar sentir prejuicios raciales, por
lo que Hugh le impide que vuelva a ver a su hermana.
La película se estrenó en unas pocas
salas en 1958. Debido a la mala recepción por parte de la crítica y del público,
John Cassevette, decidió recaudar fondos entre familiares y amigos e incluso,
pidió dinero en un programa radial, y lo logró. Entonces, rodó ocho secuencias más
y la volvió a montar. En vista de que ninguna distribuidora norteamericana se
interesaba en la película, la inscribió en circuitos europeos de festivales, hasta que entró en el prestigioso festival
Internacional de cine de Venecia en donde consigue un premio y una
distribuidora. Años más tarde, Hollywood, le contrató como director para sus
estudios.
Una joven afroamericana de Brooklyn no
acaba de decidirse entre sus tres pretendientes, pero se niega a renunciar a
ellos.
Spike Lee la filmó en dos semanas con un presupuesto inferior a los doscientos mil dólares. Posee un estilo documental, en blanco y negro con algunas escenas en color y un ingrediente poco común en la época: una protagonista mujer y afro descendiente. La película se estrenó en 1986 y recaudó más de siete millones de dólares. Fue rápidamente acogida por la crítica, catalogándola como una de las películas que marcó un hito en el cine independiente de los ochentas. Recientemente, la película se convirtió en una serie para Neflix.
Un joven Mariachi llega a un pueblo con
su guitarra en busca de trabajo. Mientras, un peligroso asesino escapa de la
cárcel y se dirige al mismo lugar con un arma, que esconde en una funda de
guitarra. El mariachi es confundido con el delincuente, y se verá inmerso en
una persecución llena de violencia.
Robert Rodríguez filmó la película con 7.000 dólares. Se dice que consiguió parte del dinero internándose en un hospital en
donde le realizaron experimentos farmacológicos. Trabajó con un grupo de amigos
que no cobraron por su trabajo. Luego, el
sueño americano se hizo realidad: a la Columbia le gustó tanto la película que
llegó a un acuerdo para distribuirla en su idioma original, el español. Además,
de un contrato para el joven director chicano. Posteriormente, El mariachi trajo una secuela:
Desperado con Antonio Banderas y Salma Hayek, además de una larga y exitosa
carrera en Hollywood.
Tres jóvenes viajan hasta Maryland para
adentrarse en el bosque y confirmar la leyenda que se escucha desde hace años:
la llamada bruja de Blair. Lo que en un principio iba a ser una
pequeña excusión de dos días para encontrar a la bruja se volvió
su peor pesadilla. Un año después de buscar pruebas acerca de tan extraño
suceso, la policía encuentra el material que los tres estudiantes habían
grabado. En la cinta se pueden ver los terribles cinco días que estos jóvenes
pasaron en el bosque y todo lo que ocurrió cuando descubrieron la verdad.
Esta película se ha convertido en uno de los iconos de
cine de terror. Rodada en clave de falso
documental y con un presupuesto de sesenta mil dólares, es considerada como el primer fenómeno de internet. Su
éxito de distribución se le debe al acuerdo que consiguieron con Artisan Entreteiment, un estudio de cine
independiente.
Las Brujas de Blair ganó el
premio Independent Spirit John Cassavetes, premio otorgado por la "Film
Independent", una organización sin fines de lucro dedicada a
promocionar el cine independiente.
Alexandra y Sin-Dee son dos transexuales
que se ganan la vida en las calles de Los Ángeles. En la víspera de Navidad,
Sin-Dee, recién salida de una estadía en la cárcel, se entera que su novio
Chester está engañándola con una “chica real”: “Si perra, una chica real. Con
vagina y todo”, le dice Alexandra. La trama central gira en torno a una
búsqueda frenética de aquella chica y resolver la situación amorosa con Chester
que es el proxeneta y narcotraficante del vecindario.
Sean Baker, después de debutar con la poco conocida: Four Letter Words, es el director de la también
aclamada, Florida Project. Hoy por hoy, es uno de los cineastas más
reconocidos en el panorama del cine independiente norteamericano de los últimos
años.
Tangerine se rodó con tres teléfonos móviles, a
través de una aplicación llamada Filmic Pro, que les ayudó a mejorar el enfoque
y la apertura del diafragma de la cámara. Hasta ahora es un referente de cómo
hacer cine con móviles.
Esta mínima selección confirma que el
cine es algo más que un espectáculo de feria, confirma que más allá de las bambalinas
y la alfombra roja, subyace el arte infinito de contar historias, y nos
recuerda que el cine es el séptimo arte.
¡VIVA EL CINE!