‘Timadoras Compulsivas’ - La estafa de una comedia prometedora

¿Con qué intención va uno a ver esta película? Respuesta: a pasar un buen rato. En cierto modo, el film cumple con esto, pero creo que podría haber sido mejor de lo que ofrece. Vamos a descomponerla. Ver en que funciona y porque al final se convierte en una comedia entre el montón, nada memorable.



‘Timadoras Compulsivas’ se centra en el personaje de Penny (Rebel Wilson), una estafadora de segunda clase algo grotesca y espontánea. Por otro lado, tenemos a la británica y profesional Josephine (Anne Hathaway), siendo todo lo contrario. Ambas compiten por ver quien estafa antes a un chico joven aparentemente inocente. La que lo logre se queda en la ciudad.



El enfoque fallido de los personajes



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Para empezar, Rebel Wilson. Continúo viendo a su personaje estrella: Amy la Gorda. No cambia. Da la sensación de que no sabe hacer otra cosa y se limita a las improvisaciones y bromas a los que recurre siempre, que a veces marchan bien, pero acaban cansando. Quiero pensar que la actriz puede esforzarse más y algún día sorprender de verdad.



Por el contrario, Anne Hathaway demuestra sus grandes dotes de interpretación, corroborando su capacidad de adaptación a cualquier género que se le presente, y soporta así a la repentina Rebel Wilson.



Ahora bien, ¿cómo combina el guion a estos personajes tan diferentes? Aquí es donde empiezan los problemas. Individualmente, cada cual es interesante a su manera y la escena de presentación entre ambos promete algo que nunca llega a tomar partido. Hay momentos contados en los que está técnica resulta, convirtiendo las escenas de competición entre Penny y Josephine en las más divertidas y entretenidas. Cambiando el foco de atención, con mayor interés por desarrollar este concepto, la película habría alcanzado otro nivel más cómico.



El primer acto sí que estafa



Dudo que en la película encontremos un solo diálogo con sentido propio, sin derivar en bromas o cualquier tipo de gag. El inicio da a entender que nos dirigimos a una historia llena de giros y engaños, pero eso desaparece y pasa a estar en segundo plano según avanza la cinta. Comienza a hacer uso del estándar cómico (que ni eso), estereotipando a los personajes y eliminando así el progreso de enemistad que surge al principio.



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El engaño final es en parte evidente y decepcionante, porque rompe con el sentido con el que se exhibe la película; “¿Por qué las mujeres son mejores timadoras que los hombres? Ningún hombre cree que es más lista que él.” Quiere destacar la figura femenina, pero termina por hacer lo contrario y la deja en evidencia. Al final, muestra un hombre como mejor timador, destruyendo el esquema base de la película.



‘Timadoras Compulsivas’ es una comedia más que no sugiere nada nuevo. El guion va desmoronándose según avanza la historia. Hace reír porque es uno de sus objetivos principales; más no puede dar.



Destaca por sus intérpretes protagonistas y con eso sobra. Termina en una decepción y parece dejar un final abierto para una posible continuación, que ruego nunca llegue a realizarse.



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