Brooklyn Nine-Nine. Una comisaría diferente


Michael Schur (Parks and Recreation) firma Brooklyn Nine-Nine, una comedia, casi sitcom, en la que seguimos a un grupo de policías del cuerpo de Nueva York, concretamente de barrio de Brooklyn. Nuestro principal punto de vista será Jake Peralta (Andy Samberg), un policía joven que aun enamorado de su trabajo se lo toma poco en serio y, cuando venga un nuevo capitán (Andre Braugher) al cuerpo, tendrá que cambiar su forma de ser si quiere volver a trabajar en la calle. Mientras, Amy Santiago (Melissa Fumero) está envuelta en una competición con Peralta, luchando por atrapar un mayor número de delincuentes.

La trama principal de la primera temporada se basa en la aceptación del Capitán Raymond Holt, uniendo al cuerpo como nunca; la separación de otro compañero de comisaría, Boyle, a quien su mujer acaba de dejar; y la competición entre Peralta y Santiago en la que el perdedor tendrá que hacer algo que le horroriza: Si Amy pierde, tendrá una cita con Jake, pero si lo hace Jake, tendrá que regalarle su querido coche a Amy. En general, los episodios son autoconclusivos, con historias policíacas en clave de humor que avanzan poco a poco el verdadero argumento.

Con esta primera entrega y hasta ahora, que ha llegado la octava (en España la podemos ver gracias a Comedy Central), Brooklyn Nine-Nine no deja de sorprender a sus espectadores. Engancha por su humor y por las subtramas, pero sobre todo por el carisma de sus personajes, que durante estos años han conseguido una increíble profundidad.

Brooklyn Nine-Nine, no solo para un maratón

OPINION BROOKLYN NINE NINE GRUPO ENTERO - CONCDECULTURA

¿Es la adicción repentina la razón por la que os recomendamos Brooklyn Nine-Nine? En parte, pero es mucho más que eso. Una de sus características más importantes es la diversidad. ¿Cuántas series conocéis que tengan más de una persona de color (Hay dos afroamericanos y dos latinas), una italo-americana, un judío y un solo "white male" en teoría que, en este caso, es bastante excéntrico? No solo hay una diversidad cultural muy presente en las tres temporadas, también trata la identidad sexual, tanto la dureza que puede traer como la naturalidad en que se intenta mover en la actualidad. Y si eso te parece poco, atento: Es una comedia que, a pesar de esta mezcla, no hace ninguna broma ofensiva. No hay homofobia, racismo ni machismo.

Brooklyn Nine-Nine juega con el contraste de lo absurdo con la eficiencia, y es que en muchas ocasiones todo lo que ocurre parece que acabará en tragedia, con un clima de trabajo en el que priman las bromas y en la que, salvo la de Rosa, la vida privada es completamente conocida por los compañeros de trabajo. A pesar de las bromas en la oficina, los pequeños accidentes y las equivocaciones, el equipo del 99 siempre logra resolver los casos y atrapar a los criminales.
Desde que se presenta la apuesta de Jake y Amy se intuye una de las subtramas: El paso de su relación de competición a amistad y, de allí, a algo más. Aunque parezca algo típico, su desarrollo aporta un nuevo aire al ambiente de la comisaría, y frustración cuando las cosas no salen bien. De hecho, los amantes de los Peraltiago se identifican con el mejor amigo y compañero de trabajo de Jake, Boyle, quien siempre intenta que dejen a un lado sus reparos y hablen de sus sentimientos.

La diva, la cerebrito y el de los yogures

OPINION BROOKLYN NINE NINE JAKE Y BOYLE - CONCDECULTURA

Como ya hemos dicho, la principal fortaleza de Brooklyn Nine-Nine radica en sus personajes y en las relaciones que se forman entre ellos. Se podría decir que, diversidad aparte, cada uno de ellos encarna un estereotipo que poco a poco se va disipando. El hombre musculado adora los yogures y es sorprendentemente tierno; la diva deja a un lado su egoísmo cuando tiene que salvar a su equipo; los detectives de la vieja escuela incluso consiguen ayudar y el personaje más ridículo es una pieza clave del puzle.

Es imposible no empatizar con los personajes, a pesar de sus características negativas (más aún en los casos de Scully y Hitchcock). Todos ellos tienen características que los unen a todo tipo de audiencia, experiencias por las que todos hemos pasado, y la naturalidad con la que consiguen transmitirlas hacen que se ganen un hueco en tu corazón desde el primer momento.

Brooklyn Nine-Nine da una nueva perspectiva tanto a las series policíacas como a las comedias que podemos ver en nuestras pantallas, con tramas divertidas y algún que otro maleante recurrente al que sacan del papel antagonista para involucrarlo en la comedia como cualquier otro de los detectives del 99.

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