Sin saber nada detrás del título, a una se le pueden venir a la cabeza varias ideas. A mí me pasó. ¿Continuación de La telaraña de Carlota? ¿Nueva serie policiaca? Cuando te enteras de que se trata de una docu serie de uno de los mayores casos de corrupción en terreno español de los últimos años, esa idea inicial cambia un poquito. Lo mismo ocurre cuando terminas de ver la serie. Es entonces cuando te das cuenta de que sí, la realidad sobrepasa a la ficción.
Fue uno de los casos más polémicos y complejos del panorama español. El asesinato de Lucía Garrido en 2008 dio comienzo a una investigación repleta de cabos sueltos. Con los años, ese terrible asesinato ha desembocado en un entramado de corrupción policial, tráfico de drogas y animales.
RTVE se une a El Cañonazo para crear Lucía en la telaraña, una docu serie de cinco episodios que investiga todas las ramificaciones del caso, contando con entrevistas con muchos de los involucrados, así como testimonios de figuras que nunca antes habían mostrado la cara a cámara.
Puede resultar muy complicado seguir la narrativa que presenta la serie, ya que hay muchos personajes que van saltando de un lado a otro. Pero los creadores de la serie tuvieron esto en cuenta y, en primer lugar, organizaron toda la cronología para que los eventos a mostrar fueran comprensibles por el público al mismo tiempo que mantenía un ritmo.
En segundo lugar, tal y como cuenta Luis Alcázar, uno de los productores ejecutivos de Lucía en la telaraña, “Dentro de esa metodología tuvimos que recurrir a los mapas de personajes; a tener que recordar las caras y los nombres en diagramas. Así también ver la conexión de los personajes de la forma más clara posible”. Cada capítulo cuenta con este diagrama comentado, lo cual hace del visionado algo más sencillo para tal complejidad de historia.
Lucía en la telaraña no cuenta con un narrador que vaya guiando por el documental. Esto ha permitido que la serie cuente con una objetividad fresca, sincera y actual. Las entrevistas a cada una de las personas relacionadas con el caso dan forma a la historia, donde no hay nada trucado; nada que sea un sí o un no. Las respuestas a esas preguntas crean la estructura de Lucía en la telaraña. Por ello, la expectación se mantiene latente para cada nuevo capítulo.
Tomás Ocaña es uno de los directores de la serie. Su background periodístico con base en Estados Unidos ha nutrido muy positivamente a todos los aspectos de Lucía en la telaraña. Desde la profunda investigación detrás del guion, con hasta veinte mil folios de documentación a analizar sobre el caso, hasta la estética; found footage entremezclado con llamadas telefónicas sobre imágenes diseñadas especialmente para la serie y los escenarios de los entrevistados iluminados de manera personalizada para cada uno.
Lucía en la telaraña es un correcto entretenimiento que pretende concienciar sobre las corrupciones de las diferentes instituciones de la sociedad, así como mostrar al público que sí se puede seguir luchando por buscar la justicia.
Lucía en la telaraña está disponible de forma gratuita en RTVE play.