Claire Simón pasó por Barcelona en el marco del BCN film fest para presentar en la sección fuera de competencia su más reciente película:“Yo quiero hablar de Duras”.
Inspirada en el libro autobiográfico que recoge el testimonio de Yann Andréa, compañero sentimental y secretario personal de la escritora Marguerite Duras. En 1982, a petición de ella, el joven amante fue entrevistado por la periodista Michele Manceaux con la idea de tener material para escribir. Ese registro de varias horas de conversación se salvó del olvido cuando la hermana de Andréa, unos años después de su muerte, recuperó los cassetes, los transcribió y los publicó en 2016.
Claire Simon, luego de leer el libro: Me gustaría hablar de Duras, de Michèle Manceaux, se lanza en una arriesgada película en la que los actores: Emmanuelle Devos y Swann Arlaud dan vida a los personajes de Yann y Michelle, durante esa entrevista en la que el juego de seducción, el misterio y la intriga de lo que puede ocurrir en el devenir de la conversación están presentes a lo largo del film.
Lucida y vital, la directora francesa de películas como: El concurso, Primeras Soledades, entre otras, conversó con CONCDECULTURA.
MLV: ¿Cómo nace la idea de hacer esta película?
CS: En el 2016 se publica la entrevista y al leerla me pareció extremadamente interesante, extremadamente fuerte. Fíjate todo esto fue antes del me too. Resulta que tengo una amiga, directora de teatro, que hizo un espectáculo sobre Duras. Le dije que leyera ese texto, pero ella no lo usó. Lo releí y pensé: ¡Es realmente extraordinario! Es tan moderno lo que está diciendo sobre el amor, sobre la situación de un hombre que está enamorado y es sumiso, es lo que muchas mujeres han vivido durante siglos... Me pareció muy emocionante y extremadamente inteligente. Lo que Yann decía era muy lúcido y sin reproches, en fin…Me quedé realmente deslumbrada por aquella conversación.
MLV: Era un reto hacer una película de ficción con una entrevista.
CS: Es muy difícil
de hacer, pero dije: ¡hagámoslo! Tratemos de demostrar que una conversación es
muy importante. De hecho, evidenciar que también es cine; que son cosas que
pasan todo el tiempo en la vida y en las películas. No porque la gente hable no quiere decir que
no sea cine. Por lo tanto, hay que
intentar contar lo que sucede en una conversación desde un punto de vista
cinematográfico.
Me
pasa todo el tiempo en las conversaciones, me dicen algo y yo quiero ver. Tengo
el deseo de ver, de imaginarme las cosas. Así
que me pareció una forma de mostrar que una entrevista o una conversación pueden ser perfectamente una
forma cinematográfica; y no necesariamente, una cara que habla desprovista de
la materia con la cual se hace el hecho cinematográfico.
Así
que pensé que lo que me interesaba era el contenido de la entrevista, que me
parecía extremadamente moderno. También,
con cierto halo de misterio.
MLV: Me tocó mucho
el hecho de que la película nos coloca como espectadores en tanto que
oyentes. ¿Te parece que la sociedad ha
olvidado escuchar?
CS: Sí. Creo que
es muy importante la escucha y a menudo, el hecho de escuchar con atención en
silencio dirige la palabra… No porque la gente no habla, no piensa.
En
el caso de la periodista en la película vemos como se representa, la vemos
volviendo a casa, la vemos completamente invadida por esta entrevista. Se
siente seducida. Incluso, en algún momento, queriendo tomar el lugar de Duras.
Me
pareció muy interesante el desplazamiento que hace este personaje. No
se cuenta lo que pasa a los periodistas, no se cuenta lo que les pasa a los
entrevistadores. Me parece interesante colocarme en ese lugar para poder
entender lo que dice el personaje de Michele Manceaux.
MLV: Al mismo
tiempo como espectadores participamos de esa escucha. Como espectadores
entramos en la película y participamos de ella. Creo que las buenas películas
se meten en nuestra piel y nuestro espíritu.
¿Quería preguntarle como fue el proceso para hacer el guión de esta película?
CS: Lo primero que
hice fue copiar el texto del libro yo misma en la computadora y fue una muy
buena experiencia porque había mucho suspenso. Todo el tiempo pensaba: ¿Qué va
a decir después? ¿Qué va a decir después? Ese fue un proceso muy interesante.
Así que luego de haber copiado todo el texto comencé a cortar para ponerlo en
la duración determinada que encajara en un tiempo posible para una película.
Describí lo que íbamos a ver y no me equivoqué mucho.
MLV: Hace rato
usted nos dijo que sentía una especie suspenso cuando escribía, eso se transmite en la película. Se siente y
es muy interesante.
CS: Todo está en
el texto del libro. Esa fue una de
las primeras cosas que me motivaron, siempre percibí ese misterio desde que lo
leí por primera vez. ¡Claro! el actor también ayudó mucho a transmitir ese
suspenso.
MLV: ¿Está
convencida de que en una conversación hay mucho suspenso?
CS: Sí, sí, sí. Es
muy interesante mostrar también que en una conversación uno puede estar
pensando: ¿Qué va a pasar? Se puede estar À bout de souffle durante ese momento. En realidad en una conversación
importante siempre hay mucho suspenso, porque cada palabra es como una
acción.
Vous ne désirez que moi (solo me deseas a mí) el título original evoca el tono cuasi erótico con el que la directora crea la intriga y mantiene el suspense durante noventa y cinco minutos. Una película que no deja indiferente a los amantes del cine y la literatura.