Reseña | Déjame morderte dulcemente

Cuando llega el amor, este no distingue entre razas, simplemente te azota como si un rayo te hubiese atravesado. Matsumoto y Sasaki se conocen en la universidad y poco a poco la intimidad crece entre ellos hasta que uno de los dos comienza a percatarse de que está enamorado del otro y que quiere llevar su relación hasta un estadio mayor. 

Matsumoto y Sasaki son teriántropos —es decir, humanos que comparten fisionomía con animales—. En este caso, son capaces de transformarse por partes o al completo en ellos. Matsumoto es un perro de raza kishu, mientras que Sasaki es un raro espécimen: es un gato macho de tres colores con la cola torcida. Se trata del primer boys love de Haikin, que ha llegado hasta nuestras estanterías de la mano de Odaiba Ediciones.

UN AMOR ANIMAL

Sasaki y Matsumoto comienzan a interactuar más debido a que deben hacer un trabajo para clase, y ahí es cuando poco a poco se irán conociendo e irán descubriendo que entre ellos hay algo más que una bonita amistad. Sin embargo, aunque Sasaki parece siempre amigable, le cuesta mucho socializar debido a un trauma que vivió hace unos años, por lo que ahora es incapaz de hacer nuevos amigos. 

En «Déjame morderte dulcemente» descubrimos una historia tierna, donde poco a poco va floreciendo un primer amor que, al principio, se nutre de una amistad previa, de una confianza creciente y de una atracción mutua. Descubrirse y dejar que ambos se impregnen lentamente de la intimidad del otro hace que nazca un amor entre los protagonistas de este tomo único. 


PEQUEÑOS DETALLES

Este primer trabajo en tankobon de Haikin nos presenta una historia simple y que hará las delicias de los lectores que echen de menos personajes que puedan transformarse en animales en sus historias. Se trata de una historia tierna, pero simple, con un dibujo sencillo y centrado en Matsumoto y Sasaki y de la relación que van construyendo. 

No creo que sea una historia para mí, porque me ha resultado bastante predecible —aunque tampoco va con pretensiones de lo contrario—, sino que lo más importante está en esa transmisión de pequeños detalles de cómo nace algo íntimo y genuino y en cómo da igual de la raza que sean sus protagonistas, el amor es lo verdadero y puro ahí. 

Por S. R. 


Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente