Divertida, entretenida y con personalidad propia. Así es el ultimo trabajo de Santiago Segura. El aclamado director, creador de la icónica saga de Torrente, se arriesga ahora con “Padre no hay más que uno”, una tronchante comedia para toda la familia donde nos enseña a valorar la educación de los hijos, la tolerancia y el respeto. Este nuevo trabajo se estrena en las salas españolas el próximo 2 de agosto.
“Padre no hay más que uno” narra la historia de Javier, un jefe de proyecto de una multinacional al cual el trabajo ha absorbido toda su vida. Sin tener un pleno control sobre su vida personal, este descuida el viaje de aniversario planeado por su mujer y se ve envuelto durante una semana a ejercer de padre de sus hijos mientras su mujer va a disfrutar del viaje con la mujer de su cuñado. Esta nueva experiencia permitirá a Javier conocer a sus hijos y la dura tarea que conlleva combinar vida personal con profesional.
“Padre no hay más que uno” define un nuevo concepto de familiar: “El marido-cuñado”; personas que, sin tener ni idea de nada, son expertos en la materia del cuidado de sus hijos y de los quehaceres de la casa. Es tan exagerado este concepto en la película que crea un verdadero esperpento de Javier, viendo con luces de neón el morro que puede llegar a tener el personaje en su vida personal, intentando por todos los medios delegar la tarea de padre a todas las personas de su entorno. Esta filosofía, interiorizada por el personaje principal, crea situaciones bastante cómicas y absurdas que le dan vida al propio film y que nos permiten pasar un buen rato mientras vemos el sufrimiento de una persona con acciones tan cotidianas como tener que llevar a los niños al colegio o a sus actividades extraescolares. Este marco queda diversificado tocando las diferentes edades por las que todos hemos pasado, incluida la adolescencia. Estas diferentes etapas llevaran al personaje al limite de sus fuerzas y deseando por todos los medios aguantar hasta la llegada de su mujer.
La película en sí está bastante bien, es divertida y es bastante humana. El desarrollo es fluido y está bien estructurado y la actuación de los actores menores de edad es carismática y alegre dando un punto de inocencia a toda la película. Como dato negativo cabe destacar algunas partes de la película que pueden ser monótonas o aburridas al querer hacer una semana de vacaciones con papá, ya que este repite roles vistos en los primeros días de soledad con los niños que pueden ser pesados para el espectador.
En conclusión, no estamos ante una obra de arte merecedora del Óscar, pero tampoco ante un desastre cinematográfico. Es una película fresca y familiar, típica para ver estos días de verano para pasar un buen rato con la familia y para esperar que nuestras mujeres no nos tilden de “maridos-cuñados” por ver irrefrenablemente aspectos de nosotros en Javier.
“Padre no hay más que uno” narra la historia de Javier, un jefe de proyecto de una multinacional al cual el trabajo ha absorbido toda su vida. Sin tener un pleno control sobre su vida personal, este descuida el viaje de aniversario planeado por su mujer y se ve envuelto durante una semana a ejercer de padre de sus hijos mientras su mujer va a disfrutar del viaje con la mujer de su cuñado. Esta nueva experiencia permitirá a Javier conocer a sus hijos y la dura tarea que conlleva combinar vida personal con profesional.
“Padre no hay más que uno” define un nuevo concepto de familiar: “El marido-cuñado”; personas que, sin tener ni idea de nada, son expertos en la materia del cuidado de sus hijos y de los quehaceres de la casa. Es tan exagerado este concepto en la película que crea un verdadero esperpento de Javier, viendo con luces de neón el morro que puede llegar a tener el personaje en su vida personal, intentando por todos los medios delegar la tarea de padre a todas las personas de su entorno. Esta filosofía, interiorizada por el personaje principal, crea situaciones bastante cómicas y absurdas que le dan vida al propio film y que nos permiten pasar un buen rato mientras vemos el sufrimiento de una persona con acciones tan cotidianas como tener que llevar a los niños al colegio o a sus actividades extraescolares. Este marco queda diversificado tocando las diferentes edades por las que todos hemos pasado, incluida la adolescencia. Estas diferentes etapas llevaran al personaje al limite de sus fuerzas y deseando por todos los medios aguantar hasta la llegada de su mujer.
La película en sí está bastante bien, es divertida y es bastante humana. El desarrollo es fluido y está bien estructurado y la actuación de los actores menores de edad es carismática y alegre dando un punto de inocencia a toda la película. Como dato negativo cabe destacar algunas partes de la película que pueden ser monótonas o aburridas al querer hacer una semana de vacaciones con papá, ya que este repite roles vistos en los primeros días de soledad con los niños que pueden ser pesados para el espectador.
En conclusión, no estamos ante una obra de arte merecedora del Óscar, pero tampoco ante un desastre cinematográfico. Es una película fresca y familiar, típica para ver estos días de verano para pasar un buen rato con la familia y para esperar que nuestras mujeres no nos tilden de “maridos-cuñados” por ver irrefrenablemente aspectos de nosotros en Javier.
[…] comedia familiar aterriza en los hogares con Padre no hay más que uno, la última película dirigida y protagonizada por Santiago Segura. La película se edita en DVD y […]
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