Las ganas que le eché a esta película eran muy elevadas y no podía ser de otra forma que por el reparto encabezando los pósters. Nombres como Bill Murray, Adam Driver, Tilda Swinton, Steve Buscemi, Austin Butler, Selena Gomez, Danny Glover… Y podría seguir.
De la mano de Jim Jarmusch, encargado del guion y dirección, nos llega otra historia de zombis que empiezan a liarla en un pueblo y los habitantes que aún no han sido infectados tendrán que ver cómo hacerles frente.
Está planteado desde el punto de vista cómico, lo que aumenta las ganas de visionado, pues las comedias de zombis no suelen quedar mal y mucho menos esta, contando con ese grupo de actores tan destacado. Es lo que uno piensa, por lo menos. Pero claro, después de ver la cinta, la cosa cambia. The Dead Don’t Die no ha sabido aprovecharse. Jarmusch ha cogido a un grupo de personajes que nada tienen que aportar entre ellos y los ha repartido por la historia. Espera, espera… ¿he dicho historia? Pero si no hay.
La película no tiene ni objetivo, únicamente se mueve por escenas un poco gores y las intervenciones de un genial reparto con bromas que rompen el canon de comedia clásica.
Eso de que a los cuarenta minutos de película se continúen presentando personajes duele mucho, pero es que aquí nada va a la ligera. Todo tiene tan poco sentido que resulta complicado verse envuelto en una mera historia de zombis que por lo menos podría haber sido algo más divertida desde el punto de vista narrativo. Porque ni eso. The Dead Don’t es aburrida porque no muestra nada interesante más allá de la pequeña parte en la que se ríe de la dependencia de los seres humanos y como quiere simbolizar que ya estaban muertos antes de haber sido mordidos. Meh… el mensaje es mediocre.
Es lo que he dicho antes, la vemos por el reparto que presenta, pero después uno no perdona. No voy a decir: “Quiere llegar a algo que nunca logra del todo.” La película no quiere llegar a nada, solo quiere mostrar como un grupo de actores muy talentosos se lo pasan en grande interpretando a personajes que van desde lo más cliché hasta lo más extravagante (véase Swinton dando vida a una misteriosa mujer con katana en mano que reparte por todos lados).
No hay nada que ver. The Dead Don’t es una película que se ve cuando a uno le apetece reírse por cualquier sandez que ve hacer a un actor de gran renombre en pantalla. Es simple, aburrida y se olvida nada más verla. Una verdadera pena, porque se podría haber aprovechado mejor una historia de este calibre para lograr hacer algo cómico y visualmente más llevadero, porque las caras las tiene, solo ha faltado esa mejora en el aspecto narrativo y técnico para - por lo menos - haber sido una cinta aceptable dentro del género.
Si te gustado el artículo, puedes leer a continuación ‘Once Upon a Time… in Hollywood’ – El Oscar a la mejor película es para… [NO SPOILERS]
De la mano de Jim Jarmusch, encargado del guion y dirección, nos llega otra historia de zombis que empiezan a liarla en un pueblo y los habitantes que aún no han sido infectados tendrán que ver cómo hacerles frente.
Un gran reparto, pero ¿y la historia?
Está planteado desde el punto de vista cómico, lo que aumenta las ganas de visionado, pues las comedias de zombis no suelen quedar mal y mucho menos esta, contando con ese grupo de actores tan destacado. Es lo que uno piensa, por lo menos. Pero claro, después de ver la cinta, la cosa cambia. The Dead Don’t Die no ha sabido aprovecharse. Jarmusch ha cogido a un grupo de personajes que nada tienen que aportar entre ellos y los ha repartido por la historia. Espera, espera… ¿he dicho historia? Pero si no hay.
La película no tiene ni objetivo, únicamente se mueve por escenas un poco gores y las intervenciones de un genial reparto con bromas que rompen el canon de comedia clásica.
Eso de que a los cuarenta minutos de película se continúen presentando personajes duele mucho, pero es que aquí nada va a la ligera. Todo tiene tan poco sentido que resulta complicado verse envuelto en una mera historia de zombis que por lo menos podría haber sido algo más divertida desde el punto de vista narrativo. Porque ni eso. The Dead Don’t es aburrida porque no muestra nada interesante más allá de la pequeña parte en la que se ríe de la dependencia de los seres humanos y como quiere simbolizar que ya estaban muertos antes de haber sido mordidos. Meh… el mensaje es mediocre.
Mira, mira... Tilda Swinton cortando cabezas
Es lo que he dicho antes, la vemos por el reparto que presenta, pero después uno no perdona. No voy a decir: “Quiere llegar a algo que nunca logra del todo.” La película no quiere llegar a nada, solo quiere mostrar como un grupo de actores muy talentosos se lo pasan en grande interpretando a personajes que van desde lo más cliché hasta lo más extravagante (véase Swinton dando vida a una misteriosa mujer con katana en mano que reparte por todos lados).
No hay nada que ver. The Dead Don’t es una película que se ve cuando a uno le apetece reírse por cualquier sandez que ve hacer a un actor de gran renombre en pantalla. Es simple, aburrida y se olvida nada más verla. Una verdadera pena, porque se podría haber aprovechado mejor una historia de este calibre para lograr hacer algo cómico y visualmente más llevadero, porque las caras las tiene, solo ha faltado esa mejora en el aspecto narrativo y técnico para - por lo menos - haber sido una cinta aceptable dentro del género.
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