A menudo las nuevas generaciones de mujeres privilegiadas no nos percatamos de la suerte que tenemos por abandonado ciertos comportamientos y tabúes. Aunque aún estamos muy lejos de conseguir la igualdad plena, lo cierto es que hay lugares donde el papel la mujer apenas ha avanzado en las últimas décadas. ‘Adam’, de Maryam Touzani, nos traslada a Casablanca, Marruecos, donde una mujer embarazada solo puede sobrevivir si hay un marido que la apoye.
Abla regenta una humilde pastelería en su propia vivienda de Casablanca, donde vive sola con Warda, su hija de 8 años. Su rutina, dictada por el trabajo y las labores domésticas, se ve un día interrumpida cuando alguien llama a su puerta. Se trata de Samia, una joven embarazada que busca empleo y techo. A la pequeña le atrae la recién llegada desde el primer momento, pero la madre se opone inicialmente a acoger a la extraña en su casa. Poco a poco, sin embargo, la determinación de Abla va cediendo y la llegada de Samia les abre a las tres la posibilidad de una nueva vida.
Si hay algo por lo que ha destacado hasta ahora el II Festival Online Mujeres de Cine es por la riqueza de sus historias y ‘Adam’ no iba a ser menos. El largometraje, dirigido por la actriz Maryam Touzani, narra la vida de una mujer embarazada (y soltera) en una de las ciudades más icónicas de Marruecos, utilizando el conflicto como un marco con el que describir la percepción de la mujer en la sociedad marroquí. Touzani nos muestra una realidad de la mujer que, sin ser de las más duras que podemos encontrar en todo el mundo, dista mucho de aquella mujer moderna y trabajadora que tan extendida está en Europa.
La película del festival reflexiona sobre los prejuicios sociales hacia una mujer embarazada sin marido, dificultando no solo su acceso al mercado laboral, con el que poder comer y ganarse un techo, también la ayuda de los demás. Los primeros encuentros entre Abla y Samia son ejemplo de esta dinámica, donde las mujeres utilizan la mentira para salvar la reputación de la primera (imprescindible para poder sacar adelante a su hija Warda).
En ese entorno hostil la cinta de Touzani acentúa la sororidad, mujeres ayudando y apoyando a otras mujeres para que puedan sobrevivir y realizarse en su día a día. Abla y Samia son madres solteras por diferentes circunstancias, pero ambas sufren la soledad y el desgaste que produce vivir en la sociedad intentando ser independientes. La llegada de Samia a la vida de Abla les aporta ese apoyo a las dos protagonistas, esa vulnerabilidad necesaria para afrontar ciertos eventos traumáticos sabiendo que, si te caes, otra persona cogerá tu mano.
‘Adam’ es una película verdaderamente emotiva que, aun manteniendo cierto tono esperanzador en su recta final, mantiene el tono realista de la historia de Samia. Gran parte de ello se debe a la dirección de Touzani y a las maravillosas actuaciones de Lubna Azabal (Abla), Nisrin Erradi (Samia) e incluso de la pequeña Douae Belkhaouda (Warda). Azabal y Erradi consiguen con cada escena, con cada silencio y con cada mirada transmitir toda la frustración y el miedo de sus personajes. La ilusión y la inocencia la encarna Belkhaouda con su Warda, parte de una nueva generación formada que podría vivir mejor que sus madres.
Parte de la sección oficial del Festival de Cannes (Un Certain Regard) y SEMINCI en 2019, ‘Adam’ se postula como uno de las cintas más interesantes del II Festival Online Mujeres de Cine. ¿Aún no la has visto?