Reseña Cine: "El olvido que seremos", de Fernando Trueba

El colombiano Héctor Abad Gómez es médico y profesor universitario, además de un carismático líder social, activista por los derechos humanos en el Medellín de los años 70. Abad es padre de familia, en una casa donde la educación se basa en la tolerancia y el amor, sin darle valor a los castigos, lo cual choca con la violencia del país. Abad luchará por los derechos de las clases desfavorecidas: vacunación, alcantarillado, educación,... Basado en un personaje real.

Reseña de "El olvido que seremos"

Al desconocer la mayor parte de la vida del profesor Abad, no puedo asegurar que la película sea fiel, pero al estar basada en la novela homónima de Héctor Abad Faciolince, hijo del protagonista, me fío bastante.

La historia es genial, no sobra ni falta nada, no se hace aburrida en ningún momento, y tiene una gran carga dramática salpicada de momentos humorísticos, como la vida misma.

Los personajes son creíbles y están bien desarrollados, con el tiempo necesario en función de su protagonismo.

Fernando Trueba ("Belle Époque", "La niña de tus ojos") hace una gran trabajo de dirección, llevando la historia por diferentes épocas de forma no lineal. Me ha encantado la decisión de mostrar en color los hechos del pasado y en B/N los del presente. Una de las mejores películas del director.

Los actores elegidos hacen un buen papel, diría que sin excepción. Además de las actrices comlombianas de moda (Laura Londoño, Elizabeth Minotta, Kami Zea, Juan Pablo Urrego), la cinta nos trae a Patricia Tamayo como Cecilia, la mujer del doctor, y a nos presenta a Nicolás Reyes Cano como Quiquín, el hijo pequeño. Pero el papel estrella se lo lleva Javier Cámara haciendo de Héctor Abad. Su actuación es impresionante, posiblemente de las mejores de su carrera.

Genial banda sonora de Zbigniew Preisner y muy buena fotografía de  Sergio Iván Castaño.

La verdad es que es muy difícil encontrar algo malo en "El olvido que seremos". Tal vez el tema tratado eche para atrás a posibles espectadores, pero es una película tan buena que vale la pena verla en el cine, sabiendo que será difícil contener las lágrimas.

Carlitos

J. Carlos Guillén, alias Carlitos, aprendió a leer con los suplementos comiqueros de los periódicos, allá en los lejanos años 90, y no ha dejado de leer cómics desde entonces. Además le encanta el cine, la literatura y los videojuegos.

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